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**Cómo perder una venta por no prepararse: la historia de Manfredo**

**Cómo perder una venta por no prepararse: la historia de Manfredo**

¿Te ha pasado alguna vez que te enfrentas a una situación para la que no estás preparado? ¿Qué haces en esos casos? ¿Improvisas o os sinceráis?

Hoy quiero compartirte una historia real de las que encontraras en nuestro libro. Se trata de Manfredo, un vendedor técnico que tenía fama de ser el mejor en su campo. Su secreto era la preparación: antes de cada visita, se informaba a fondo sobre las necesidades y los intereses de cada cliente.

Un día, el gerente de una sucursal regional lo invitó a hacer una gira por siete clientes potenciales en dos días. Era una oportunidad única para cerrar buenos negocios y demostrar su valía.

Manfredo no lo dudó ni un segundo. Se puso a investigar y a preparar las presentaciones personalizadas para cada cliente, sabiendo que no tendría tiempo de revisarlas entre reunión y reunión.

Las visitas fueron un éxito rotundo. Manfredo deslumbró a los clientes con su elocuencia, su conocimiento y su profesionalismo. En la mañana del tercer día, se levantó satisfecho y listo para tomar el avión de regreso.

Pero entonces recibió un mensaje del gerente de la sucursal que le decía: “Hay un problema. Se nos olvidó incluir a un cliente muy importante en la agenda. Me llamó furioso y me exigió una explicación. Le pedí disculpas y le conseguí una cita para hoy mismo, aquí en nuestra oficina local. El nombre del cliente es Emergencias LAB.  Indique a tu taxi que te espero aquí a las 9 y después te llevara al aeropuerto”.

Manfredo sintió un escalofrío. No sabía nada de ese cliente y no tenía tiempo de prepararse. Pero no podía rechazar la cita sin quedar mal con el gerente y con el cliente. Así que tomo su maleta y se dirigió a la oficina regional.

Allí lo esperaba el gerente con una sonrisa nerviosa y el cliente con una cara de pocos amigos. Manfredo trató de disimular su desconcierto y empezó a hablar: “Gracias por la oportunidad de presentarle nuestro producto. Es ideal para laboratorios como LAB, ya que tengo varias referencias de ese sector y estoy seguro de que cumplirá con sus expectativas”.

Se hizo un silencio sepulcral en la sala y el cliente dijo: “Si hubiera dedicado cinco minutos a saber quién soy, se habría dado cuenta de que mi empresa no es un laboratorio. L, A y B son las iniciales de mis tres hijos. Las emergencias que atiendo son las de carretera. Tengo la flota más grande del país. No me interesa su producto ni su charla. Me voy a otra reunión con mi equipo logístico”.

Manfredo se quedó helado. Había perdido una gran oportunidad por no haberse preparado adecuadamente. El mensaje que le había dado al cliente era: “No eres importante para mí, así que no me molesté en conocerte”. Y lo peor era que el cliente debió pensar que era un mentiroso.

¿Qué lección podemos sacar de esta historia? Que la preparación es clave para el éxito en las ventas, pero también que hay situaciones imprevistas para las que hay que estar listos. ¿Qué podría haber hecho Manfredo diferente? Por paradójico que parezca, ¿es posible prepararse para la falta de preparación?

¿Cómo? Pues siendo honesto y humilde. En lugar de intentar improvisar una presentación genérica y poco convincente, Manfredo podría haber admitido que no conocía bien al cliente y haberle preguntado sobre su negocio, sus necesidades y sus expectativas. Así, podría haber establecido una conexión más auténtica y haber adaptado su discurso a la realidad del cliente.

¿Te ha gustado esta historia? ¿Te ha pasado algo parecido o a alguien de tu equipo? ¿Qué harías tú en el lugar de Manfredo? Me encantaría saber tu opinión. Déjame un comentario y comparte este artículo con tus contactos si te ha parecido interesante. Y busca muchos mas en nuestro libro: https://read.amazon.com/kp/embed?asin=B09ZYSWR9T&preview=newtab&linkCode=kpe&ref_=cm_sw_r_kb_dp_AR12FASJ365C5H0VPNT9